Amistad, para que cuando tu alma añore un amigo,
Sin pensarlo busques, y ese alguien corra a tu lado.
Sonrisas, para que cuando tus lágrimas escurran tras la cascada de tu mejilla en un día gris, Sean las risas las que iluminen tus tristezas.
Grandes Sueños, para que cuando en tu mente exista un vacio,
Sean aquellos bosques cubiertos de invierno, Los que atrapen la atención de tu pensamiento.
La fuerza de unas manos, para que cuando tus tobillos se cansen,
Los hombros de alguien te sirvan de fuerza al andar.
Para que cuando tus tobillos se cansen, los hombros de alguien te sirvan de fuerza al andar.
Para que cuando los tropiezos te dificulten el andar, sean los ánimos una esperanza que te ayuden a continuar.
Una estrella joven, para que cada vez que el sol descanse, Sea esa fiel luz, la que te acompañe.
Un pedacito de humildad, para cuando los éxitos engrandezcan tu persona, sea la sabiduría el aire mágico que te haga valorar, lo que otros desprecian al llegar a una nueva orilla.
Cariño sincero, para cuando sientas que nadie te acompaña, recuerdes que en paisajes verdes o valles áridos, su pensamiento siempre te lleva de la mano.
Un abrazo inmenso, para que cuando necesites sentir tus fuerzas
sea este, el puerto de tus emociones.
Un par de lágrimas, para que se alberguen entre tu alma y corazón,
Así, si en algún segundo la soberbia daña tu andar, sea una muestra de sensibilidad ajena, la que te ayude a no cometer injusticias
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